APAN LAB
El edificio es en sí mismo el laboratorio.
Es una maquina hecha de elementos modulares prefabricados que se ensamblan, más que se construyen. Una interfaz que permite la conexión entre sistemas diversos, una especie de “meter bordo” mecánica.
Que abre sus ventanas hacia el norte y disminuye al máximo las aperturas en sus grandes fachadas este y oeste para controlar la carga térmica.
Las azoteas se aprovechan como zonas de pruebas y casi duplican el área de pruebas de los laboratorios, además permiten el uso recreativo sobre las oficinas. Las losas y los muros están hechas a base de placas alveolares lo cual disminuye el tiempo de construcción y los alvéolos son aprovechados como mini chimeneas para disipar la temperatura sobre todo en los elementos verticales.
Las oficinas y bodegas están construidas con estructura metálica y paneles sándwich de fibrocemento de manera independiente a la estructura principal permitiendo su reubicación en caso de ser necesaria una restructuración del espacio haciéndolo totalmente flexible.
Se plantea la automatización de todas las aperturas para controlar de manera eficiente el intercambio energético con el entorno.
El edificio mantiene la escala domestica de las construcciones vecinas y toma como “leit motiv” las chimeneas del centro de bienvenida, así como la solución del proyecto con un solo material para generar una apariencia unitaria, con la diferencia de que mientras el centro de bienvenida habla de manufactura, calidez y rugosidad. El laboratorio hecho a base de elementos prefabricados de concreto habla de industrialización y tecnificación, usa el lenguaje de la ciencia, de la medición y del estándar, pero también de la proporción y la escala. Se parecen, pero son diferentes.
Lugar: Apan, Hidalgo, México.
Fecha: 2018